La Arquidiócesis de Tlalnepantla se encuentra en el Estado de México y conforman esta Provincia eclesiástica las diócesis de Cuautitlán, Texcoco, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Ecatepec, Teotihuacán e Izcalli. Fue erigida como diócesis de Tlalnepantla por S.S. Paulo VI el 13 de enero de 1964 y consagrada como iglesia catedral la que había sido hasta ese momento la parroquia "Corpus Christi" el 23 de agosto del mismo año, fecha que ha servido como referente para celebrar el Año Jubilar por el Cincuenta aniversario de nuestra Iglesia particular: del 23 de agosto de 2013 al 23 de agosto de 2014. Elevada a categoría de Arquidiócesis el 17 de junio de 1989.
Aun cuando la superficie de la Arquidiócesis es poco extensa (682 km2), posee una densidad demográfica significativa (alrededor de cuatro millones de habitantes) pues forma parte del área metropolitana de la Ciudad de México, donde coexisten diversas realidades socioculturales. Durante siglos los pueblos que recibieron la fe cristiana comunicada por los misioneros de la Orden Franciscana observante en el siglo XVI mantuvieron sus costumbres y estilos de vida, ambiente rural y marcadamente religioso, sin embargo, a mediados del s. XX en los valles y colinas que separaban los pueblos de origen indígena y como resultado de un fenómeno de inmigración e industrialización se dio comienzo a la urbanización de la zona, resultando de ello un mosaico variopinto: pueblos que procuraron conservar sus tradiciones, colonias y fraccionamientos, de pocos recursos económicos las primeras y de clase media los otros, que han venido coexistiendo en una diócesis donde en un recorrido se puede pasar inmediatamente de un nivel de vida acomodado a otro que sufre por cubrir las necesidades más básicas. Abunda la gente de todas las edades, lo que ha creado la necesidad de una pastoral diversificada, poniendo especial énfasis en los niños y jóvenes, quienes no son ajenos a la crisis del país ocasionada por la violencia, distribución y uso de drogas y la desintegración familiar. Las familias, y en especial los matrimonios, son destinatarios de una especial actividad pastoral parroquial y diocesana.
Actualmente existen 203 parroquias, organizadas en siete Zonas Pastorales, donde S.E. Carlos Aguiar Retes acompañado de sus obispos auxiliares, Mons. Francisco Ramírez y Mons. Efraín Mendoza, ha dado comienzo a la Visita Pastoral, coincidiendo así con este Año Jubilar. Aun cuando la mayoría de las parroquias se encuentran en la zona urbana, en muchas de estas comunidades perviven tradiciones locales y santuarios que son frecuentados con gran devoción, en especial la Basílica de Nuestra Señora de Los Remedios, Patrona de la Arquidiócesis, donde se venera una pequeña imagen de la Virgen María, traída por un soldado de Hernán Cortés, el conquistador de México, y con seguridad la primera imagen en estas tierras. A esta Basílica Menor los fieles y el clero realizan una peregrinación el primer sábado del mes de octubre.
Anexo a la Basílica se encuentra el Seminario de Tlalnepantla, sección Teología, el cual cuenta con diez alumnos. La secciones de Introductorio y Filosofía tienen sus casas en distintos puntos de la Arquidiócesis, con nueve y treinta y un seminaristas respectivamente; el Seminario de Tlalnepantla participa también de la alegría por el Año Jubilar, cumple 50 años en 2014 pues se fundó el 4 de agosto de 1964. Durante este tiempo ha proveído la mayor parte de los sacerdotes que integran la Iglesia particular.
El número de sacerdotes que integran la Arquidiócesis es de 270 diocesanos, y alrededor de 80 religiosos. El número que hay de sacerdotes jubilados es alto, pero también hay sacerdotes jóvenes, la edad promedio de los sacerdotes es de 45-50 años. Las principales tentaciones de nuestros sacerdotes es la falta de comunión y reducir lo Pastoral a lo administrativo, no es algo generalizado, pero se encuentra presente, no por ello el problema fundamental que resultó en la puesta en marcha del Método prospectivo fue la falta de conversión pastoral de los sacerdotes.
Los obispos titulares de esta Arquidiócesis han moldeado con su personalidad y su visión de pastor esta Iglesia. Mons. Felipe de Jesús Cueto (1964-1979), primer obispo, dio comienzo a muchas de las comunidades tanto en lo material como en lo pastoral, erigió la mayoría de las parroquias, instituyó movimientos laicales, integro al clero y al seminario en torno a la figura del pastor y como obispo carismático es reconocido y apreciado por muchos sacerdotes que lo conocieron y trataron. Mons. Adolfo Antonio Suárez Rivera (1980-1983), segundo obispo, se preocupó por el Seminario, apoyando la propuesta postconciliar de integrar el seminario Interdiocesano, constituyéndolo con las diócesis que más tarde serían sufragáneas. Mons. Manuel Pérez Gil-González (1984-1996), tercer obispo y primer Arzobispo, convocó y presidió el Primer Sínodo de la Diócesis, consiguió la aprobación de la Proclamación Pontificia del Patronato de la Virgen María en su advocación de Los Remedios sobre la Arquidiócesis, cuyo Santuario Diocesano fue declarado Basílica; su empeño fue crucial en el restablecimiento de las relaciones Iglesia-Estado en México. Mons. Ricardo Guízar Díaz (1996-2008), segundo Arzobispo actualmente emérito, trasladó el Seminario Mayor a la Arquidiócesis, concluyendo así la experiencia de Seminario Interdiocesano, convocó una serie de Asambleas Diocesanas que conformaron los primeros cuadros para una pastoral diocesana orgánica. Mons. Carlos Aguiar Retes (2008-presente), tercer Arzobispo, ha buscado la renovación pastoral de la Arquidiócesis buscando hacer vida el concilio Vaticano II, proponiendo la metodología prospectiva y fomentando la espiritualidad de la comunión, escribe la primera Carta Pastoral titulada "Amigos de la vida. Constructores de la Comunión", actualmente se encuentra realizando la Visita Pastoral en la Arquidiócesis.
Cronología: