Homilía del 12 de Diciembre del 2024

December 12, 2024


Homilía del 12 de Diciembre del 2024

 

¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre? Son las palabras de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego.

Queridos hermanos, hermanas, en Cristo Jesús. Hoy estamos celebrando la solemnidad de la fiesta de la Virgen Santa María de Guadalupe, que es la Reina de México y patrona de toda América. Yo creo que es una fiesta que vibra en nuestros corazones, y queremos nosotros manifestarle nuestro cariño a la Virgen de Guadalupe, a la morenita del Tepeyac. Estamos tan cerca aquí, 10 Km de distancia, de aquí de esta catedral a la Basílica de Guadalupe. Estamos cumpliendo 493 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, y estamos en el novenario, faltan 7 años para celebrar, en el 2031, los 500 años de este hecho prodigioso. No hizo, con ninguna nación, lo que ha hecho con México. Ella se apareció y quiso quedarse en nuestras tierras.

Ciertamente eran momentos históricos, difíciles, donde el pueblo tenía 10 años de que habían llegado los españoles, y la conquista se dio también con mucha sangre, hubo muchos muertos, el pueblo estaba triste; había perdido sus tierras, sus esperanzas, y en ese contexto, se aparece la Virgen, que es la misma, la madre de Dios, la que recibió en su seno al Salvador del universo, la que dio a luz por obra y gracia del Espíritu Santo en el portal de Belén. Y esta fiesta que estamos teniendo nos va preparando el camino para la Navidad. Ven ustedes la corona de adviento, y está encendida ya la segunda vela, quiere decir, que vamos caminando y que tenemos una meta: la Navidad. Recibir en Nochebuena a Jesús, celebrar la Navidad el 25 de diciembre. 

Y he estado invitando a toda la gente, ustedes, a los que nos están viendo también a través de los medios digitales, tanto aquí la Arquidiócesis de Tlalnepantla, pero también la misa la siguen en varias partes de la república mexicana y también en el extranjero; que también nosotros nos preparemos, y que nuestro corazón sea un pesebre para que llegue Jesús en esta Navidad. Y la Virgen María nos ayuda en este caminar, porque acabamos de escuchar el Evangelio, cómo cuando María estaba embarazada, camino a muchos kilómetros hasta llegar a la casa de su prima Isabel, después Santa Isabel, y que ya era una persona grande de edad, pero lo que es imposible para nosotros es posible para Dios. Y ella en su vejez, dio a luz a Juan el Bautista, el que le tocó después preparar los caminos del Señor.

Es la Virgen María, que después de siglos, se apareció aquí a nosotros y tomó nuestra cultura. Pero fíjense que lo importante es que nosotros le hagamos caso a la Virgen de Guadalupe, que hoy le pedimos bendición, le pedimos por nuestro pueblo, por la paz por cada una de las familias. Le pedimos por tantas necesidades que tenemos, pero también ella nos sigue diciendo las palabras "Hagan lo que Él les diga", refiriéndose a su hijo Jesucristo. La Virgen María siempre nos remite a Jesús. Y no solamente celebrarle el 12 de diciembre, sino comportarnos como cristianos amando a Dios sobre todas las cosas, pero también ser personas de paz, personas fraternas, personas solidarias, personas de servicio; porque si nosotros nada más les decimos a la Virgen que la queremos pero realmente no seguimos los caminos de Jesús, pues no estamos siendo buenos hijos. Y hoy nos invita, María de Guadalupe, a que seamos esos hijos que vayamos construyendo el reino de Dios, que sigamos el Evangelio. 

Hoy abramos nuestro corazón para recibir bendiciones. Que sea un día también, para todo nuestro México, de esperanza; porque tenemos una madre que nos ama. 

Así sea.

+Mons. José Antonio Fernández Hurtado
Arzobispo de Tlalnepantla.