Homilía del Domingo 15 de Diciembre del 2024

December 15, 2024


Homilía del Domingo 15 de Diciembre del 2024

 

DOMINGO III DE ADVIENTO

Alégrense en el Señor. Se los repito: Alégrense.

Queridos hermanos, hermanas en Cristo Jesús. La corona de adviento nos ayuda a vislumbrar que ya estamos cerca de la Navidad, y este domingo tercero, en toda la iglesia, se le llama el Domingo de la Alegría, por eso hoy los ornamentos que utilizamos son diferentes, y ¿cuál es el motivo de la alegría? Que ya está cerca la Navidad, ya está cerca este misterio de la Encarnación. 

Dios se hace del tamaño de nosotros, y se pareció en todo menos en el pecado. Y por eso celebramos la salvación. Y hoy las tres lecturas que escuchamos, pues nos hablan de alegría, nos hablan también de compromiso. 

En la primer lectura, del profeta Sofonías, hay alegría porque el pueblo de Israel estaba en el destierro, no estaba en su patria, y empiezan los primeros grupos a regresar a Jerusalén. Dios siempre es misericordioso, Dios nos da la salvación, y el pueblo lo experimenta de tal manera que, el regresar a la tierra es un motivo de gozo, y sobre todo siendo conscientes de la alianza: "Yo seré tu Dios, y ustedes serán mi pueblo". Y también la segunda lectura de San Pablo los filipinses, son palabras muy hermosas porque, Pablo, siempre anima y sobre todo quiere que demos gracias porque Dios siempre camina con su pueblo, a pesar de que el pueblo falla, Dios está ahí presente. Y Pablo por eso dice que debemos estar alegres por la salvación que nos trae el Señor. Y el Evangelio de San Lucas, recordarán ustedes el pasado domingo, cómo apareció esa figura impactante de Juan el Bautista, que empezó a recorrer los caminos y a decir aquellas palabras: "¡Conviértanse! Porque ya está cerca el Señor". La misión de Juan el Bautista fue preparar los caminos del Señor, y por eso nos pide la conversión. ¿Qué significa conversión? Un cambio de vida, pero de acuerdo al proyecto de Dios, cambio de mentalidad, cambio de actitudes, cambio de vida; pero este domingo, aparte de la conversión, dice una cosa muy importante Juan el bautiz Bautista, porque van los que se van convirtiendo y le dicen —¿Qué debemos hacer? —. Y él pone cosas muy concretas: el que tenga dos túnicas, que regale una al que no lo tiene; el que tiene comida, que comparta esa comida con los demás. 

Yo he estado invitando en este tiempo de adviento, que también nosotros, la palabra que escuchamos en el Evangelio, nos la apropiemos, y nos preguntemos. ¿Qué debemos hacer nosotros? La invitación que les he hecho a hacer algo por los más necesitados. Claro que a veces en este tiempo, es un regalo para para un ser querido, para un familiar; pero se nos invita a poner nuestra mirada en aquellos que más lo necesitan, en los más pobres. Y si nosotros vamos convirtiéndonos, también la conversión lleva a hacer algo por los demás. 

La pregunta es, en estos días previos a la Navidad, ¿Qué vamos a hacer? Claro que podemos decir: vamos a hacer más oración, vamos a estar uniendo a la familia; pero, dar algo. Yo les decía la vez pasada: alargar la mesa para compartir con los que menos tienen, pensar en aquellos, así como le dijo Juan el bautista, el que tenga dos sacos, dos suéteres, comparta con el que no lo tiene, uno, es una manera, una expresión, pero dar algo de lo que tenemos, eso es lo más importante. Y de esa manera nosotros vamos a encontrarnos, ya dentro de unos días, con José y María, y con el niño Dios, y desde ahora ya vamos pidiéndole. Este año ha sido muy complicado, muy difícil, por distintas circunstancias; que el año 2025 sea un año mejor. Siempre está la esperanza, y la esperanza se llama Jesucristo Nuestro Señor. 

Pues que nosotros veamos qué vamos a hacer para compartir con alguien necesitado en esta Navidad. Así sea.

+Mons. José Antonio Fernández Hurtado
Arzobispo de Tlalnepantla