¡Día del Joven Católico: "Fe que late, juventud que vibra"!
El pasado domingo 17 de agosto, la Arquidiócesis de Tlalnepantla vivió una jornada memorable. Bajo el lema “Fe que late, juventud que vibra”, el Día del Joven Católico se convirtió en una experiencia rebosante de fe, comunidad, esperanza y entusiasmo por anunciar a Jesús.
Con gran alegría, cientos de jóvenes de las siete zonas pastorales se dieron cita en la Parroquia de San Bartolomé Apóstol, en Naucalpan, para dar inicio a su peregrinación como “jóvenes peregrinos de esperanza” rumbo al Seminario de Los Remedios. Antes de emprender el camino, el ambiente ya estaba encendido: música, cantos, aplausos y alabanzas llenaban el claustro parroquial, mientras se respiraba la fraternidad y el entusiasmo de tantos jóvenes que desean compartir el mensaje más grande: dar a conocer a Jesús, nuestra esperanza.
Peregrinos de la esperanza: un clamor que resuena
Pasadas las 11 de la mañana, la peregrinación arrancó con Jesús Sacramentado como guía y luz de las naciones. Lo acompañaba inseparablemente la imagen de Nuestra Señora de los Remedios, derramando bendiciones a cada paso. Durante el recorrido, las calles se llenaron de voces que cantaban, gritaban, oraban y alababan, recordándonos el llamado que el Papa León XIV hizo hace poco en el Jubileo de los Jóvenes en Roma:
“Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo. Hoy sus voces y su entusiasmo por Jesucristo se escucharán hasta el fin del mundo.”
Alrededor de la 1 de la tarde, la peregrinación culminó con la Santa Misa en el Seminario, presidida por nuestro Arzobispo, Monseñor José Antonio Fernández Hurtado. En su homilía, nos dejó un mensaje que resonó fuerte en los corazones de todos:
“El reunirse es motivo de alegría, todos vamos en una misma dirección: seguir a Dios. El evangelizador de los jóvenes son los mismos jóvenes. Ustedes son protagonistas, el presente y el futuro de la Nueva Evangelización.”
La celebración contó con la compañía del Pbro. David Granillo, Vicario Episcopal de la Zona II, y el Pbro. Rodrigo Medina, Coordinador Diocesano de la Pastoral de Adolescentes, Juvenil y Vocacional.
Una jornada que renovó la fe
Al concluir la Misa, se compartió los alimentos en una kermés festiva. Después, los jóvenes vivieron la Ruta de la Esperanza. Uno de los momentos más intensos llegó a las 4 de la tarde con la Hora Santa. Frente a Jesús Eucaristía, los jóvenes encontraron consuelo, fortaleza y ánimo para seguir reparando las redes y anunciar el Evangelio con esperanza.
La jornada cerró con un ambiente de fiesta: música, baile y alegría desbordante que recordó a todos que, como jóvenes, no deben tener miedo de responder a la invitación de Cristo, de la Iglesia y de nuestra Madre, la Santísima Virgen de los Remedios.
El Día del Joven Católico fue más que un evento: fue un testimonio vivo de que los jóvenes, con entusiasmo y fe, son la luz y la esperanza para el mundo.
Por: Uriel Jiménez / Arquidiócesis de Tlalnepantla